Alegría y desvergüenza

A lo mejor a vosotros, a la gente, a cualquiera, esta foto le hace tanta gracia que incluso, mientras la observa, se le escapa una puta sonrisa:

A mí, sin embargo, me da mucho por el culo, con perdón de la expresión. ¿Podemos dejar de comer pollas durante unos minutos? ¿Por qué este tipo alto, con cara de gilipollas y sonrisa de patán, que siempre va acompañado por esa periodista zorrita venida a más, convertida en princesa de los cojones, tiene derecho a sujetar la copa de la UEFA que ayer ganó el Sevilla? Es sólo una anécdota, no te enfades, podría replicar alguien. Bien, pues yo contesto. Cuando todos seamos iguales, cuando dejen de cerrarse campos de fútbol por invasión de aficionados en una victoria, cuando dejen que el aficionado que realmente siente pasión por su equipo toque esa copa y llore de emoción con los jugadores a los que ha animado, entonces todo esto no me indignará, no me hará sentir pena y vergüenza.

Pero que el cara cartón este – que cae bien a la gente, joder, es increíble – y la nueva rica que va a todos sitios con él aparezcan en una foto haciendo el payaso y quitando protagonismo al deporte en sí mismo, única y exclusivamente porque es el resultado de un polvo real, me parece asqueroso.

Y a todo esto, que se me olvidaba, ¡¡¡¡¡felicidades al Sevilla!!!!!