Una de las series que hemos seguido con más ganas las últimas semanas es Prison Break. Lo cierto es que cuando la vi por primera vez, allá por el 2005, me pareció un poco chorra – típica serie de flipaetes, merced, sobre todo al pésimo doblaje. Y es que no sé por qué, pero cuando doblan la mayoría de las series se les intenta dar un halo de sentencia final a cada frase que cualquiera de los personajes pronuncia. Esto se vuelve cansino y muchas veces, en lugar de sorprenderte o engancharte, lo único que consiguen es cansarte… a excepción de House, cuyo doblaje me parece de lo más acertado.
Antención, spoilers si no has visto todos los episodios emitidos hasta ahora
El caso es que después de estar al día en otras muchas series – House, Lost, Anatomía de Grey, Mujeres desesperadas – y con Heroes en un inacabable descanso que finaliza el 23 de abril, decidimos darle otra oportunidad a los chicos de Fox River. La serie consta por el momento de dos temporadas, la segunda aún sin finalizar. En mi opinión, la primera temporada (que se desarrolla íntegramente en la cárcel) es bastante menos interesante que la segunda (una persecución constante fuera de prisión), aunque curiosamente el título de la serie pueda llevar a pensar lo contrario.
Esta entrada viene a colación de un artículo publicado en Buddy TV, en el que se plantea el nuevo rumbo que podría tomar la serie en su tercera temporada, algo interesante teniendo en cuenta que el proyecto estaba diseñado para dos únicas temporadas. Así las cosas, el creador de la serie, Paul Scheuring, afirma que al final de la segunda temporada quedarán cerradas entre el 80 y el 90 por ciento de las líneas argumentales que se vienen siguiendo hasta ahora. Dominic Purcell (Lincoln Burrows) también ha declarado que el casting de actores se reducirá, lo que lleva a pensar que al terminar la segunda temporada alguno de los actores principales morirá. Esto no sorprende teniendo en cuenta que ya ha habido alguna que otra escabechina (Abruzzi, sin ir más lejos). Scheuring también comenta que van a reinventar la serie, dando un giro completo a lo que hasta ahora estábamos viendo e incluso deja caer la posibilidad de un cambio de nombre – algo más o menos razonable si tenemos en cuenta que hace veinte episodios que los protagonistas no pisan Fox River. No sé si será una medida popular o no, no sé hasta qué punto puede ser contraproducente una transformación de ese calibre aunque, visto lo visto, sobre todo la segunda temporada, que me parece brutal, puede no ser una mala idea si de verdad el argumento es coherente.
En resumen: habrá tercera temporada de Prison Break, será completamente distinta a lo que nos tienen acostumbrados y, en palabras del propio Scheuring, será mucho más brutal y violenta que las dos primeras temporadas, que nos parecerán tranquilas en comparación. Habrá que verlo…